El viaje del agua por Manizales

Caminar por la quebrada Olivares es ingresar a un universo poco visible por el cemento y las avenidas. No muchos habitantes conocen las realidades que circulan por el agua que rodea a Manizales.

Quebrada Manizales?

Parada 1

?2331 msnm. 19 grados centígrados. Verdún. Cerca de Maltería y la zona industrial.

Es un día soleado, pocas nubes pintan el cielo azul. Un puente de barandilla amarilla por el que difícilmente pasan dos vehículos al mismo tiempo divide una de las zonas altas de esta quebrada. El olor es fuerte, nauseabundo y se intensifica al acercarse al cuerpo de agua porque una alcantarilla está rota, desechos orgánicos le caen directamente. Al mirar hacia la montaña se alcanzan a ver por lo menos ocho casas y cerca de 20 tubos que están conectados a los baños de las viviendas, cada vez que bajan un sanitario todo cae al río.

En su zona baja hay basura, plástico, envolturas y botellas camufladas entre algunas flores moradas y blancas que adornan la ladera. El agua no es traslúcida, su color es cercano al ocre. Andrés Felipe Bentacourth, especialista en Agroforestería Tropical Sostenible del Instituto de Educación Superior CINOC, magíster en Sistemas de Producción Agropecuaria y quien fue director ejecutivo del Fondo de Agua Vivo Cuenca, comenta que Aguas de Manizales no tiene cobertura de alcantarillado en algunos de esos sectores, muchas de esas casas son asentamientos informales y que no hay alcantarillado.

Esta quebrada nace en una zona de conservación de la empresa Colombit (Etex Colombia), pero rápidamente empieza a recibir cargas de empresas y casas que hacen que sus procesos de oxigenación y limpieza propia se dificulten. En esta parte de Manizales el cambio de uso del suelo, la alta pluviosidad y las pendientes hacen que los deslizamientos de tierra sean constantes, incluso se evidencian diques para retener troncos y piedras y evitar represamientos que en el pasado han generado emergencias.

Al otro lado del puente está Colombit. La quebrada, antes llena de verde y árboles, ahora está pavimentada. Luego de una emergencia en el 2008 construyeron un muro de contención que protege a la entidad, aunque, cuando el agua pasa por allí, toma velocidad.

“Lo que es lamentable es que la gestión de los vertimientos y la gestión hídrica no es con visión sistémica, pensamos que el río es solamente la corriente de agua y la verdad es que eso hay que verlo como una cuenca. Todo lo que ocurre alrededor de la quebrada está conectado. Los desechos de las vacas, el uso de pesticidas y herbicidas, los vertimientos de las empresas y casas, todo, cuando llueve escurre hasta allí, por eso es necesaria una visión con un plano más grande”, dice Betancourth

Parada 2: 

?2275 msnm. Quebrada Tesorito. Al lado de la vía que lleva hacia la zona industrial.

Este afluente se une a la quebrada Manizales. Nace en el Cerro Tesorito que es área de interés ambiental municipal, por lo que el agua se ve transparente y limpia. En la zona alta está ubicada la granja Tesorito de la Universidad de Caldas y, aunque hay procesos de ganadería, el manejo adecuado que hacen de los desechos ayuda a que el cuerpo de agua se vea limpio. Betancourth explica que el caudal es alto, es decir, que hay un alto volumen de agua, lo que ayuda a que el nivel de dilución sea mayor, por lo que la autolimpieza del afluente es también alta.

 

Parada 3: 

?2111 msnm. Sector conocido como TCC. Puente Verdún 2. 20 grados centígrados.

 

En esta zona la quebrada Tesorito y la de Manizales se unen, en medio de una avenida en la que volquetas y carros de carga pasan rápidamente, lo que hace que el puente que cubre el paso del cuerpo de agua se tambalee constantemente. Al fondo se ve una casa y un tubo que vierte los desechos directamente. El agua se ve opaca, un pájaro se lanza raudo por encima del puente, va a contracorriente y se posa en una de las piedras que sobresale. Betancourth explica que, aunque es buen signo que se vean animales, es importante analizar si esas especies son de la zona o, si por el contrario, los cambios morfológicos del río han hecho que lleguen otras.

La contaminación en esta zona, según el experto, es orgánica, sino no habría animales. Un pedazo de foamy yace cerca a la orilla. Un olor a podrido se levanta. Al mirar a la otra orilla, una pequeña corriente acompaña al asfalto en todo el recorrido, allí no hay alcantarillado por lo que muchas empresas utilizan pozos sépticos que si no son gestionados correctamente se rebosan.

Quebrada Olivares?

Parada 1

? Quebrada Minitas. Cerca de la bocatoma de Aguas de Manizales y de la Reserva Río Blanco

 

A unos pocos kilómetros del nacimiento del Olivares se notan este tipo de montículos que detienen su velocidad.

Un camino destapado acompaña esta quebrada que hace parte de las cerca de 50 microcuencas que tiene Manizales. Sus aguas nacen en la Reserva Forestal Río Blanco y proporciona cerca del 35 % del líquido que se consume en la capital de Caldas, así lo dice el Plan de manejo de esta reserva. Su ruta atraviesa de norte a oriente la ciudad por barrios como La Cumbre, Minitas, La Sultana, Villa del Río, La Toscana y La Asunción. No hay olores fuertes y el agua se ve transparente.

Algunos bañistas disfrutan de los 22 grados centígrados y el cielo azul que acompaña el día, pero un elemento es constante en el camino, diques rudimentarios detienen la velocidad del río. En la quebrada Minitas hay extracción de arenas y gravillas para la construcción, unas veinte personas realizan dicha actividad.

“Los areneros, algunos con licencias y otros no, construyen unos diques artesanales, muy rudimentarios. Generan represamientos para contener los sedimentos que vienen con el río y permitir el flujo del agua y con eso van separando lo que les sirve para vender y forman playas a los costados para que se sequen”, explica Betancourth.

Esta situación le quita velocidad al río, su capacidad de limpiarse disminuye. Se evidencian pequeñas lagunas o islotes que se dan porque la fuerza del cauce es menor, la posibilidad de que se conviertan en focos contaminantes es alta. Algunas cocheras también envían sus desechos directamente al río.

“Hay zonas en esta quebrada Minitas que por la extracción ya ha llegado hasta la roca madre. Eso produce un efecto nocivo y es que no hay nada que filtre, por lo que parece un tobogán, en un momento de emergencia, el río no tiene cómo controlar su velocidad”, asegura Betancourth.

Parada 2: 

? 2082 msnm. Quebrada Tesorito. Al lado de la vía que lleva hacia la zona industrial

Un puente conecta los barrios Minitas con La Toscana y por debajo sigue el curso la quebrada Olivares. El olor cambió radicalmente en menos de 30 metros, el color es turbio. En ese trayecto hay cinco talleres de busetas y estaciones de servicio que vierten sus desechos directamente. La Escuela de Carabineros está prácticamente encima del cuerpo de agua.

 

Parada 3: 

?Matadero. Al frente de las oficinas de Aguas de Manizales por toda la Avenida del Río

 

“Este río, que lleva unos dos kilómetros, ya está afectado en su cauce, desde su origen, nuestra visión del desarrollo urbano concibe a los ríos como cloacas, entre otras, en nuestra tradición lo que veían es que el río se llevaba la basura y no la volvían a ver”, dijo Betancourth.

En el recorrido de esta quebrada, y en general, en la disposición territorial de Manizales, los lavaderos de carros y estaciones de servicio están, en su mayoría, ubicados en esta zona de influencia. Todos los desechos que allí se producen caen al Olivares. “Aquí hay muchas pequeñas afectaciones y, como son de todos, nadie asume la responsabilidad”.

La avenida que acompaña la quebrada se le conoce como del Río porque lleva el mismo curso, pero con el paso de los años, se ha escondido. Se mete debajo de un puente, se ingresa a un box culvert, las laderas se convierten en cemento, “la convertimos en alcantarilla”, afirma Betancourth.

Incluso instituciones públicas como Carabineros o Aguas de Manizales están ubicadas al pie del Olivares.

Parada 4: 

?Villa del Río. 2066 msnm. Barrio al frente de Mall Plaza por toda la Avenida del Río

 

Construcción en el Olivares que detiene su velocidad. Se hacen visibles las grasas que trae el cauce.

Un pequeño barrio esconde, cuatro calles abajo, un espacio en el que la quebrada Olivares y la comunidad hicieron las paces. Al bajar de un parque infantil, hay un sendero que antiguamente servía como espacio de drogadictos pero, que ahora, gracias a la intervención de organizaciones como Ambientalistas Comunitarios Urbanos (Acomur) lograron recuperar.  Niños, jóvenes y adultos se encuentran y crean lazos con el río.

En el recorrido del sendero hay un altar acompañado de llantas recicladas y pintadas de morado, rojo y verde. La oración de los Mil Jesuses, una estampita de San Aníbal, de María di Francisca. Un girasol y un espejo esperan a los transeúntes. La meta de este año es instalar un teatrino.

Boris Puerta, gestor de Acomur, cuenta que llevan tres años en ese ejercicio. Afirma que, aunque no tienen apoyo estatal, lograron que la comunidad de esa zona cambiara el chip, ahora ven al Olivares como una madre. “Yo creo que el mayor contaminante es la inconsciencia”.

En este punto, la quebrada recibe vertimientos de barrios como Asunción, Leonora y Villa del Río, pero al tener un espacio más amplio, mayor vegetación y el efecto de las jornadas de limpieza de Acomur, el olor se disipa. El río es caudaloso, a pesar de las intervenciones notorias por temas de deslizamientos.

Más adelante se encuentra una obra, un muro, que corta la velocidad del río. Inmediatamente se nota como la velocidad disminuye. “Pierde capacidad de oxigenación y concentra grasas. Se forma espuma”, explica Betancourth.

Parada 5: 

?Puente Asunción. 2057 msnm. Cancha de la Asunción

 

Cuando llueve este desagüe trae no solo agua sino toda la basura que arrojan desde los barrios vecinos. Quebrada Olivares.

Mientras dos equipos juegan un partido de fútbol en la cancha de la Asunción, la quebrada Olivares sigue su curso a unos 80 metros de Villa del Río. Ambas orillas están invadidas de casas, muchas hechas de esterilla y algunas fincas, solo unos pocos árboles y plantas siguen ahí. Su paso está encañonado, huele a podrido y es notorio el montón de basura que se detiene al chocar contra alguna piedra o rama. Hay botellas, ropa, costales, incluso zapatos. Un cuadrado de cemento conecta el río con los barrios que están al frente. Si llueve, ahí llega el agua, si alguien tira basura a la calle, esta llega a las alcantarillas y, luego, al río. Si un ciudadano lava el carro, esas aguas servidas llegan ahí. Dice Betancourth que es un entorno desprotegido. ◾

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